LOS HALLAZGOS CIENTÍFICOS PUEDEN SER ESPECTACULARES

 ¿𝗗𝗮 𝗹𝗼 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗰𝗮𝗻?

¿Te ha pasado que al compartir tus datos, resultado de ardua investigación y cálculos matemáticos, tú muy satisfecho con tus números pero  tu audiencia se queda con cara de signo de interrogación?


Si tu respuesta es SÍ, no estás solo. A muchos nos ha pasado.

De por sí la ciencia tiende a ser incómoda…
¡Aceptémoslo!… Incluso para los científicos cuando es un área distinta a la propia. 

Así que si tú eres de los que quiere 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗹l𝗲𝗴𝗮𝗿 𝘀𝘂 𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝘂𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝗮𝗱𝗲𝗺𝗶𝗮, te comparto unos tips que me han servido para transmitir mejor el mensaje en sectores comerciales, industriales, en el gobierno o la sociedad en general.

1 Ponte 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝗿𝗲𝗰𝗲𝗽𝘁𝗼𝗿 𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝘂 𝗮𝘂𝗱𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮
¿quién es, en qué se interesa, qué le preocupa, cómo habla, qué palabras usa? ¿A qué tipo de profesionistas les estás hablando?

𝗥𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗻 𝗲𝗹 𝗹𝗲𝗻𝗴𝘂𝗮𝗷𝗲 𝗦𝗧𝗘𝗠 𝘆 𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿𝗹𝗼.

2 Una vez que tengas claro quién es tu receptor, 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮 𝗹𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗺𝗶𝘁𝗶𝗿. Es importante que solo te enfoques en UNA SOLA IDEA.

Como científicos caemos en la tentación de compartir TODO lo que sabemos, y mientas más decimos, más satisfechos estamos con nuestro monólogo. Pero tenemos que aprender a seleccionar solo la información que le será realmente útil a nuestro receptor.

3 Empatiza con tu receptor, lo que significa que trates de usar las palabras que ellos usarían, y de ser posible el tipo de métricas o indicadores que para ellos son significativos. 

Ej: Si tus hallazgos tienen que ver con mejorar un proceso, a tu audiencia le interesará saber cómo se refleja en ahorros, mejora en calidad, satisfacción del cliente, ingresos, etc. por lo que conviene convertir tus datos en 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲𝗮𝗻 𝗺𝗮́𝘀 𝗿𝗲𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 𝘃𝗶𝘃𝗲𝗻.

4 Y algo que me ha ayudado para transmitir números muy grandes o muy pequeños, es buscar analogías con referencias que son familiares para la audiencia.

Ej: El tamaño poro de la ósmosis inversa (0.001 um) es 1000 veces más delgado que el cabello de un bebé.

Otro ejemplo, del que estoy muy contenta de haber obtenido, es el que comparto en las láminas adjuntas, como resultado del monitoreo de la cantidad de agua que se está aprovechando de sistemas de cosecha de lluvia en la Ciudad de México. Los datos fueron tan relevantes que las autoridades los compartieron en conferencia de prensa.

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